Una de las razones más poderosa, y por la cual no podemos ver cambios en nuestra vida obedece a la presencia de un núcleo emocional llamado resentimiento… ello es un enojo reprimido por largo tiempo… El resentimiento surge cuando nos vemos confrontados por situaciones desagradables en nuestra vida que no esperábamos, también cuando nos sentimos abandonados, mal atendidos o traicionados por un ser en quien confiábamos… cuando nos desaprueban o desvalorizan, nos usan o mienten… quizás cuando nos abusan o tratan sin consideración, nos descalifican o niegan… cuando nos roban o limitan, nos condicionan e intimidan… también cuando nos excluyen e ignoran, o no tienen atenciones... Otras fuentes del resentimiento son la molestia por la impunidad e impotencia… las agresiones y falta de respeto, la desigualdad y carencias.

Los efectos del resentimiento derivan en una amplia gama de estados de victimización, es decir, este se proyecta desde diversas pautas emocionales reactivas… ejemplo de ello son los estados depresivos, el estrés y ansiedad, la molestia, irritabilidad e impaciencia… la intolerancia, el fastidio y aburrimiento… la apatía, perdida de interés y abandono… el nerviosismo, la preocupación y el temor… la frustración, tristeza y la culpa... la evasión, adicción y dependencia… la inseguridad, duda y timidez… la desaprobación, descalificación y desvalorización.

Los efectos del resentimiento también se proyectan en el cuerpo físico a través de padecimientos y enfermedades crónicas.

Continuando, quiero brindarte la siguiente reflexión… ¿Como estuvo tu dia?... quizás seas de las personas que al terminar un día se digan cosas como... Este no fue mi día, pudo estar peor… vaya que fue una jornada de altos y bajos... todo se me negó… bueno… como quiera que haya sido tu día… el resultado puede ser que te sientes mal contigo misma(o), un tanto frustrada(o) por algo que no se dio o decepcionada(o) de tu actuación… También puede ser que en este momento estés sosteniendo un dialogo interno donde te dices cosas como… No soy tan buena(o)… me falta mucho… Nunca podre completar esto… El éxito no es para mí… Debo exigirme más… si fallo, soy un fracaso o decepción… siento que no avanzo… siempre me sucede lo mismo. 

Si te das cuenta querida alma… Tu valor y aceptación dependen de los resultados obtenidos… ¿entonces dime?… Si tu valía depende del tener o lograr algo… ¿Acaso vives con ansiedad y tensiones?… ¿Con conflictos y preocupaciones?… ¿Con rechazos y desaprobaciones?... ¿Con dudas y temores?... ¿Existe la posibilidad de que algún día te llegues a tratar con amor incondicional?... ¿Te das cuenta que tu estructura mental está muy resentida y te lo impide?

Tratamos de vivir la realidad del corazón desde esquemas mentales autoinvalidantes… y eso hace que sea muy frecuente el que disfracemos la energía egotica con propósitos inspirados por anhelos de amor… no obstante, en el fondo seguimos recreando exigencias y reclamos, insatisfacción y rechazo, sometimiento y control… Pasamos de una ilusión a otra con diferente nombre. 

 ¿Es tan difícil darse cuenta, y comprender que la energía disfuncional de la mente se basa en la valorización y el merito?... Sabes una cosa… estas necesidades surgieron de los resentimientos enraizados en nuestra psique, es por ello, que al día de hoy, buscas un equilibrio, no obstante los conflictos surgen cuando eliges creencias  erróneas… Se dice que todo lo que es difícil es aquello que no se entiende… se desconoce o no se puede ver… siendo así… las creencias pueden convertirse en algo muy condicionante y auto frustrante…

Cuando sentimos que una situación nos rebasa o se sale de control, intentamos reprimirle… tal reacción crea una secuela de efectos debilitantes… las emociones cuando se reprimen son devastadoras y el dolor que experimentamos proviene de las ideas erróneas que ahogan nuestro sentir… Esto es lo que nos hace sufrir, lo que nos decimos a nosotros mismos con respecto a un suceso que origina un conflicto… ejemplo de ello es cuando le damos más credibilidad a la opinión de un tercero que asociamos a nuestra valía… Han sido tantos  los años que hemos pasado valorando y juzgando… siendo valorados y juzgados… que el merito es una necesidad enraizada en nuestro ser, y su logro, es algo que condiciona y determina en la mayoría de lo que hacemos… El merito se ha convertido en una segunda atmosfera para nuestro desenvolvimiento y realización personal… Todo lo que conocemos es sostenido por un sistema de creencias basado en el merito… esta energía, es como un cáncer que se ha infiltrado en toda corriente espiritual, en todo sistema educativo,  código civil o moral… Desde niños fuimos adoctrinados para dejar de pensar por nosotros mismos y darle más importancia a la opinión de otros… Es por ello, que desde temprana edad nos llenamos de resentimientos… El problema que surge con esta situación, es que ellos operan desde nuestro subconsciente y son los que condicionan nuestras respuestas emocionales incomprendidas... los resentimientos son los orquestadores de nuestro mundo interno, son los que determinan nuestro punto vibratorio real y por ende, definen nuestra realidad experencial… Se comprende entonces que nada sucede al azar, ni es producto de una injusticia por parte de un dios o la vida… Es cierto que para nadie resulta fácil salirse de este esquema de condicionamientos que no se pueden ver, aun para los profesionales en la materia, no resulta tan claro y existen diversas opiniones… sin embargo, quien haya atravesado este umbral, sabe que la sabiduría del corazón es algo real y que está por encima de todo conocimiento humano… Entonces querida alma, para poder hacer un cambio, bastaría con que nos reorientemos en descubrir las razones que sostiene nuestra mente para permanecer resentida…

La comprensión de esta situación nos podrá liberar de manera automática de otros bloqueos emocionales y sus repercusiones físicas, ni siquiera te darás cuenta de cómo sucede… es simple… ¿Y sabes por qué?… Por que por primera vez en tu vida estas atendiendo las causas reales de tus conflictos internos… A todas luces te digo, que el resentimiento es una de las energías emocionales primaria más poderosa que existe, y de la cual se derivan la mayoría o se hayan asociadas a ella, creando así, todo tipo conflictos existenciales y vivenciales dentro de tu presente.

El corazón no juzga, el acepta nuestra parte mental que se encuentra llena de miedos, resentimientos y prejuicios… él desea conducirnos amorosamente hacia el entendimiento de nuestro dolor propiciado por conjeturas mal fundadas… Esta guía, abre el espacio para que cese cualquier tipo de lucha, y se pueda dialogar internamente… Cuando se aclaran los motivos del conflicto, viene la tregua y nuestro ser se puede rendir a la energía de la reconciliación … entonces querida alma… la clave se encuentra en la comprensión de nuestros resentimientos… solo así podemos dejar de pedir prestadas energías mentales disfuncionales que se caracterizan por la lucha, la división, la descalificación, la reprensión o la valorización…Quien te mide es la mente, quien te atrapa es el tiempo… Practicar este ejercicio de introspección nos abrirá las puertas hacia el auto aceptación, y será más fácil el poderse integrar con otros para vivir en paz.

¿Sabes una cosa?… Todo lo que requiere del tiempo para que puedas alcanzar un estado de paz  es una trampa mental que te aleja del presente y la solución real… ¿Que significa esto?... te lo expresare con un pensamiento.


"A una rosa le basta un Momento para Ser… al Amor también… ¿Donde se encuentra el ser?... Cuando eliges la comprensión y la bondad… El amor sostiene, acepta e integra… Le basta un Momento para Ser”

 

Para terminar, quiero compartirles una historia que ilustra, el cómo vivir en un estado de resentimiento expresado por medio del rechazo y la insatisfacción, nos acarrea situaciones poco gratas en la vida.

TESTIMONIAL

Yo estaba desesperada por tener hijos, ese fue uno de los motivos por el cual me divorcie, yo quería hijos, mi marido no… así que cambie de relación, y pensé que me costaría un máximo de 2 años establecer una relación con esta posibilidad y quizás también, irme a vivir a un lugar más tranquilo  y hacer crecer la familia, pensaba que todo me saldría bien y sería feliz. Ese era mi plan, se me daba muy bien el hacer planes… Sin embargo ahí estaba yo, tenía mi consultorio, tenia clientes, estaba bien económicamente, pero vivía estresada, frustrada y deprimida. Llevaba años teniendo jaquecas muy molestas que iban en aumento y frecuencia. A veces me duraban cinco días, tenía una cita rutinaria con mi médico, y este descubrió que mis niveles de hormonas estaban muy alterados e inmediatamente sospecho que tenías un tumor… Así que me mandaron hacerme un escáner cerebral y me diagnosticaron un prolactinoma… Se trataba de un tumor benigno que oprimía la glándula hipófisis, esta ocasionaba la producción en exceso de la hormona prolactina, causante de efectos patológicos como la infertilidad, trastornos menstruales y perdida de la libido. Fue un shock tremendo… de repente y al principio pensé, que injusto… Fui a la biblioteca médica para informarme cuanto pude al respecto sobre este tumor. Y cuando descubrí que provoca esterilidad pensé… esto es tan irónico…

Mi ser me gritaba que deseaba tener hijos, pero de algún había creado un tumor que me lo impedía… Debía de haber algún motivo para ello, era demasiada coincidencia, me entro mucha curiosidad por llegar al fondo de ello… gracias a mi formación en medicina alternativa, decidí tratarme sin métodos o fármacos convencionales, y también hice a un lado la posibilidad de la cirugía. Fue entonces que en esta exploración me encontré con la programación neurolingüística (PNL) para tratar mi tumor. Profundice al respecto y después de un tiempo de tomar cursos, me sentía completamente inspirada con respecto a lo que podía hacer y lograr, empecé a entender en qué consistía la PNL…

Es una forma de psicología práctica que toma en cuenta donde estas ahora y hacia donde deseas llegar y cuáles son los obstáculos que te lo impiden. Si tienes jaqueca durante 5 días como yo, y quieres llegar al punto en donde no tengas más estos dolores ni el tumor. Se te explica cómo hacer el viaje desde el punto A al punto B… Fue así como hice unos descubrimientos reveladores… recuerdo que suponía que todas las células de mi cuerpo querían hijos, pero en el fondo, remontándome a mi infancia, sentía tanta aversión a como había sido mi familia, tanto era mi rechazo, que lo último que deseaba en el mundo era ser madre… esto me sorprendió sobre manera… había creído desear una cosa, y en realidad una parte inconsciente de mi ser iba en una dirección completamente opuesta... Y cuando comprendí los motivos por los cuales no deseaba tener familia cuando era niña… pude entender lo que estaba creando en el presente desde mi conflicto emocional, fue entonces que permití  que las cosas fueran como tenían que ser sin guardar más resentimientos… Entendí porque me había creado una situación que seguía ese patrón emocional irresuelto.

Cierto día puse atención a mi dialogo interno, percibía como este me exigía el estar sana… Esa vocecita presionaba diciéndome… estoy tan harta de todo esto, de las jaquecas, del tumor… solo quiero librarme de esta pesadilla, quiero que se vaya de mi para siempre, no la soporto mas… Fue entonces cuando me quede paralizada al reconocer que había mucho enojo reprimido ahí, había mucha frustración, me estaba auto agrediendo y rechazando… Pensé… si estoy atacando a mi tumor, finalmente es una parte de mi, aunque no me agrade… el solo hecho de mantener una lucha para librarme de él,  revela mucho resentimiento y eso no puede curar, es algo agresivo…  dijéramos, carente de amor…

Ya que todos mis pensamientos consistían en hacer desaparecer de mi algo que me incomodaba y con lo que estaba insatisfecha, tan solo expandía esta situación, no había caído en la cuenta de ello… Realmente tenía un conflicto severo dentro de mí y eso no me traería sanación, ni bienestar… Fue entonces cuando cambie la perspectiva de cómo veía las cosas… de lo que consideraba un problema e injusticia… para hacerme de pensamientos más enfocado hacia lo constructivo y retirar de mi mente la parte carente e inconforme.

Me puse analizar más detenidamente mi situación y me pregunte…  ¿Qué pasaría si adopto la actitud contraria a lo que siento, si me rindo a lo que es?… bueno, ello implicaría aceptar este tumor… esto me llevo a un punto de inflexión real para mi curación, el darme cuenta como me afectaba mi frustración interna también m abrió los ojos para percibir las cosas buenas que me estaban sucediendo y existían a mi alrededor… Revisando las consecuencias desde que el tumor apareció en mi vida, este me condujo hacia un viaje que nunca hubiera planeado, me enseno cosas que nunca me preocupe por atender, también había cambiando mi profesión, había cambiado mi perspectiva de la vida, había aprendido muchas cosas sobre mí, como ser mas agradecida, tolerante, comprensiva, no exigirme tanto y tener más sentido del humor…

Realmente entendí a mi ser y lo abrace, conocí gente estupenda de varias partes del mundo que me habían apoyado en mi proceso de curación… y también me percate de que me quería mucho mas… ya no vivía con tensión, ni resentimientos, estaba más satisfecha con lo que tenia y realmente me sentía feliz… Pensé… bueno, este tumor no ha sido tan malo… ¿y si esta aquí con una finalidad? … porque hasta ahora debo reconocer que me ha servido de mucho… así que si esta aquí por alguna razón… ¿qué ocurriría si dejara de luchar contra él y le diera permiso de quedarse toda la vida?… Si ya se, esto implicaría también no tener hijos y verse frustrado mi deseo…  pero tengo opciones, como el adoptar o dedicar parte de mi tiempo a instituciones que trabajen con niños… realmente hay muchas cosas por hacer como para encerrarse en un solo aspecto y amargarse por ello… Así que, sin más, lo acepte.

Seis meses después de este planteamiento y de no pensar más en mi tumor, fui a visitar a mi especialista para realizarme un análisis de sangre y ver mi estado general… para mi sorpresa, los niveles de hormonas estaban normales… Me dijo mi medico… Vaya esto es increíble, yo pensé que habían cometido un error, que los resultados de tu análisis no estaban bien… le dije… quizás sea porque soy mayor y mis hormonas han cambiando… y me contesto, no eso no es posible… esto solo puede significar una cosa… tu tumor a desaparecido… tienes un gran merito, no sé qué has estado haciendo, pero debo decirte que llevo visitándote 10 años y no eres la misma persona que eras al inicio… eres completamente diferente.


Saber si el rencor ya no está es muy fácil de comprobar, porque hay paz y serenidad verdadera, que duran, que no se escapa, pero, para eliminar el rencor del corazón, la rabia, la clave es la humildad, si no hay humildad es tarea muy, muy difícil dejar en el olvido "faenas”, como las llamáis.


Veréis, si pensaseis en Jesús, en la cruz, momentos que no me son nada agradables de recordar, por la dureza, por la crueldad del hombre con el hombre, pero hijos míos, yo os aconsejo, si de verdad queréis animaros en esa limpieza verdadera del corazón, en esa limpieza verdadera del alma, yo os animaría a pensar en ese momento, momento en el que Jesús daba la vida por todos; Jesús estaba dando su vida perdonándolos a todos, perdonando a los que instantes antes de expirar le clavaban en la cruz, blasfemando y burlándose de Él; perdonaba Jesús, en esa bendita cruz, a los que le hicieron sufrir, sufrimientos inimaginables, porque, a veces, creéis y os emocionáis viendo una imágenes que intentan recordar, hijos míos, mucho más de lo que hayáis…


dice Jesús que no me entristezca… hijos míos, Jesús es Dios, y Dios estaba en la cruz, ese mismo Dios al que le pedís perdón se dejó crucificar en Jesús para todos, si pensáis con un poquito de serenidad, con un poquito de cordura, no tendría sentido ese sacrifico si algún alma se quedara fuera del perdón.


Aquellos que estaban azotándole, aquellos que le maltrataban estaban siendo perdonados, y ya no es después… Jesús me hace cambiar mis palabras para que las entendáis mejor… Jesús no estaba perdonando después de un tiempo de reflexión, Jesús perdonaba en el mismo momento en que estaba siendo ofendido, a ese punto quisiera yo llevaros, a saber perdonar en el mismo instante en que sois ofendidos, agredidos, maltratados, humillados, olvidados, pero el orgullo que anida en vuestros corazones os impide perdonar como os digo, necesitáis de un tiempo decís, y cuando os aconsejo el perdón como llave para abrir las puertas del Cielo me decís "que necesitáis un tiempo”, "que la ofensa ha sido muy grave”, "que os habéis sentido muy mal”, incluso me decís, "Madre, ese hijo tuyo merece un castigo de Dios” frecuentemente me lo decís. Hijos míos, cuando pensáis así dais muestra a Dios de que no entendéis el sacrificio de Jesús. Si todos perdonaseis con prontitud, el mundo iría muchísimo mejor, porque en el tiempo de espera que os tomáis, el mal pone la ocasión normalmente para que podáis hacer uso de la venganza, y eso sí que cicatriza y deja huella. 

 

¿Qué hacer para limpiar el corazón de rencores que es una de las manchas que más lo ensucian? Primero tener ganas de agradar a Dios, pero también es importante que esas ganas vengan acompañadas de una acción clara, arrepentimiento y acción, porque decís arrepentiros pero seguís mirando extrañamente a aquellos que os han dañados, seguís recordando sus ofensas, además con demasiada frecuencia, y ante una nueva ofensa recordáis todas las anteriores complicando así una reconciliación que de por sí se hace difícil.

Perdón y olvido van juntos si es un perdón de corazón. Dios a través de los tiempos ha dado muestras de que ese perdón limpia el corazón. Cuando el arrepentimiento es verdadero las lágrimas saltan sin poderse contener; un arrepentimiento de cara a Dios es lo que necesitáis para limpiar el alma, claro que está difícil arrepentirse cuando descuidáis el día a día y dejáis que el orgullo sea coraza de protección. Engañaditos vais si pensáis que el orgullo os protege. Habéis oído decir muchas veces que tenéis que haceros respetar para que no abusen de vosotros, para que no os ofendan de nuevo, y confundís ese haceros respetar con llenaros de soberbia y vengaros, lo vestís de muchos colores, vestidos preciosos ponéis a vuestra venganza a veces, casualidad no venganza decís, y "Dios permitió”, y "Dios castigó”, "bendito sea Dios que ha puesto las cosas en orden” os oigo decir tantas veces; preocupaos de no ensuciar vuestra alma contentándoos con el mal ajeno, porque en verdad que entristecéis a Jesús cuando os alegráis del mal de otros, fruto de envidias, fruto de lo malo del corazón. Dios es Dios y Dios hace justicia, a veces la justicia de Dios se palpa, es verdad, en este pasar, pero la mayoría de la veces la justicia de Dios no se palpa hasta llegar al otro lado; por eso es importante, hijos míos, que no seáis jueces, que aprendáis a ser humildes, a bajar esas cabecitas, y cuando creáis que tenéis la razón, y entre vosotros y con vosotros estén otros que piensan distinto, afirmando, inquietándoos, no perdáis la humildad , bajad esas cabecitas y esperad a que Dios ponga orden, porque siempre lo pone.

 (Extraído del mensaje de la Virgen María recibido en el Toscón el 8 de Diciembre de 2005)